Invierno 2020

Con certeza, este año pudimos no haberlo imaginado, difícil para todos en el mundo, con pérdidas irrecuperables y una huella indeleble en la historia de cada uno de nosotros.
Podríamos calificarlo de injusto o cruel y sin duda para muchos, el sentimiento esta justificado.
La lección de vida es muy dura , pero acaso muestra que el planteamiento de cómo vivir nuestras vidas, debe ser distinto?
Si Dios, como sea que lo concibamos cada uno de nosotros, nos permite experimentar esta circunstancia, es claro que algo pretende de nosotros, en nosotros mismos.
Tal vez algo que debamos aprender.
Es posible que hoy no sepamos cual es la enseñanza, pero podremos recordar la lección de lo vivido.
La fragilidad de nuestras vidas nos dice que no nos pertenece, como nada en este mundo.

Así entonces, podemos agradecer lo que por este momento tenemos.
Vivir intensamente valorando cada momento otorgado por entera gracia, apreciar y respetar la vida, pues se trata de la nuestra.
Con humildad:

Aceptar la lección de vida……
Aprender...
Agradecer…
Valorar…..

Continuar la vida.