IPN, Nuestro Poli
Hace ya algunos ayeres que se creó nuestro querido IPN, creado desde sus inicios no solo cómo escuela de artes y oficios, sino principalmente para cubrir la incipiente demanda en ese entonces, de poder ingresar a una escuela de nivel técnico, dónde el factor social o económico no fuera menester esencial para poder ingresar, adquirir conocimientos y tener una constancia de ello; en esa época opciones viables solo para la clase más acomodada.
Es así como en 1932 surge el concepto de crear un sistema de enseñanza técnico, Narciso Bassols, Luis Enrique Erro y Carlos Vallejo Márquez dan inicio a este ambicioso proyecto en 1936 con el sólido apoyo de Juan de Dios Bátiz entonces senador y Lázaro Cárdenas cómo presidente de México.
El asistir a clases en una escuela del Poli, en especial en el CECYT Juan de Dios Bátiz, nos hace cambiar la perspectiva de cómo aprender, cómo actuar y responder ante situaciones no esperadas, aplicando no solo los conocimientos académicos,
sino también de los valores y vivencias adquiridas con y de nuestros compañeros quienes algunos con el tiempo toman el rol de amigos.
Es gratificante ver cómo nuestros hijos toman también el camino de ingresar al Poli, haciéndolo basados en uno de los decálogos del Politécnico,
"Soy Politécnico por convicción, más no por circunstancia"